No produce dolor y no necesita de ningún tipo de anestesia, ni agujas, no precisa de un período de recuperación posterior al tratamiento, por lo que la incorporación a la actividad cotidiana es  instantánea.

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Mediante succión se aísla la zona a tratar y se consigue cristalizar el adipocito, por aislamiento de riesgo sanguíneo. Se  alcanza hasta un 40% de eliminación de la grasa en una sola sesión. (Depende de cada caso dos o tres sesiones como máximo recomendable por zona).

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Ha sido desarrollada por reconocidos dermatólogos  del Colegio de Médicos de Harvard, en el Hospital General de Massachussets en  Boston, EEUU. Sus investigaciones han demostrado que las células  grasas son por su naturaleza, más vulnerables al  efecto de enfriamiento que  otros tejidos adyacentes a ellas, y por tanto pueden ser eliminadas sin dañar la  piel. Este descubrimiento derivó en el desarrollo de éste procedimiento no  invasivo.

 

La Criolipólisis es ya una  alternativa a la liposucción, con la diferencia de que no es invasivo y  supone riesgo mínimo para el paciente.