Se trata de LED de color azul, amarillo, verde y rojo que no son agresivas con la piel; al contrario, la benefician visiblemente reduciendo líneas de expresión, minimizando cicatrices y manchas, desapareciendo el acné y sus estragos, además de devolverle hidratación y tersura. 

 

Tratamiento :Después de una evaluación personalizada, terapeuta decide cuál espectro de luz le convienen al paciente. Es posible tratar varios trastornos al mismo tiempo combinando los periodos de exposición a cada color.

 

 La fototerapia se puede realizar el mismo día de la consulta, pues es tan sencilla que no implica estudios preoperatorios, anestesia, hospitalización ni tiempo de convalecencia. Sólo es necesaria la limpieza del área a tratar, la cual se puede realizar ahí mismo. 

 

No produce alteraciones en los ojos, por comodidad se coloca protección, para evitar que la persona termine deslumbrada.

 

La gran lámpara rectangular cuya superficie irradia los LED. Se coloca a 20 centímetros del la zona en la que se trabajará. Además del rostro se pueden tratar manos, pecho, cuello, abdomen... de hecho todo el cuerpo. Es un excelente lámpara LED de colágeno sobre toda la piel en una cabina aislada.

 

Al término de la sesión, que dura alrededor de 20 minutos, simplemente se retiran los parches y se programa una nueva cita; no es necesario lavar ni aplicar cremas específicas. El número de visitas responde al daño de la piel y a la combinación con otros métodos. Por poner un ejemplo, en un tratamiento anti acné, si  paciente tomar medicamento, sólo se necesitarán cuatro sesiones, una por semana; en cambio, si no puede ingerir pastillas específicas, serán 12. 

 

El tratamiento de mantenimiento se recomienda uno cada mes, en caso de que el problema siga activo, pero si ya está controlado, con una cada seis meses o un año, es suficiente. Esta tecnología resulta más económica que otras.